El packaging cada día gana más fuerza debido a la importancia y el impacto que está teniendo en el mercado. Se ha vuelto una herramienta indispensable para todas aquellas empresas que buscan seguir mejorando el diseño de sus productos. Para ello, es fundamental asociar la identidad corporativa en el envase, transmitiendo de la mejor manera posible los valores y la filosofía de la empresa.
Por otra parte, es necesario saber coordinar el logotipo de la marca en el packaging. Deben sintonizar entre ellos para conseguir la atención total del cliente. Hay que tener en cuenta, que la sociedad cada día se está volviendo más racional y menos impulsiva, lo que implica que debemos tener muy claro el target al cuál queremos destinar nuestro diseño para tratar de sorprenderlo.
No hay que olvidar que la primera imagen que tiene un nuevo cliente sobre nuestro producto es el envase exterior, siendo igual de importante que lo que hay al interior. Si no conseguimos el “feeling” suficiente en el primer contacto visual, el producto que contiene nuestro packaging, por muy bueno que sea, nunca será extraordinario.